El segundo cerebro: Relación de la microbiota con el estrés

El segundo cerebro: Relación de la microbiota con el estrés

El estrés y ansiedad sin duda están presentes con cada vez mayor frecuencia dado nuestro ritmo de vida actual, afectando muchas veces nuestra calidad de vida y exacerbándose aún más en épocas como fin de año. 

Hay que considerar que el estrés es una respuesta adaptativa ante la percepción de un peligro, lo cual tiene una función beneficiosa a corto plazo; pero estar expuestos de forma sostenida a altos niveles de estrés es perjudicial para nuestra salud tanto física como mental y emocional, alterando también nuestra microbiota intestinal.

 

Relación del estrés con la microbiota intestinal

La evidencia científica actual habla de una conexión bidireccional entre nuestro intestino y cerebro, siendo el estado de nuestra microbiota fundamental no solamente para nuestra salud digestiva, sino que también juega un rol determinante en nuestro estado de ánimo, sistema inmunitario, conductas alimentarias, prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, entre otros.

El estrés es uno de los principales factores que altera nuestra microbiota intestinal y, ante una disbiosis, se vería afectada también la secreción de hormonas relacionadas con el estado anímico, como son la dopamina y serotonina (hormona de la felicidad), lo que tiene impacto en nuestros niveles de estrés. 

 

¿Cómo fortalecer nuestra microbiota?

Para tener una microbiota intestinal saludable y mejorar nuestros niveles de estrés desde la alimentación, es fundamental contar con una dieta nutritiva y balanceada, que cuente a su vez con fuentes de:

- Prebióticos: fibra dietética vegetal que se metaboliza por la microbiota y que promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas.

- Probióticos: existen diferentes combinaciones de cepas según cada afectación dependiendo del caso individual, siendo beneficioso también para tratar la disbiosis y ser de apoyo durante tratamientos con antibióticos.

- Omega 3: el consumo regular de EPA y DHA favorece el crecimiento de bifidobacterias, microorganismos capaces de sintetizar compuestos inmunoreguladores, modulando la composición de la microbiota intestinal.

 

 

Para obtener asesoramiento personalizado para mejorar tu alimentación actual y tu microbiota, agenda tu hora con nutricionista para acceder a un plan de alimentación personalizado y ajustado a tus requerimientos, gustos y objetivos nutricionales.

 

 

Nut. Javiera Vargas Franzmann
Nutricionista Integral especialista en Psiconutrición

 

 

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